Hispanista húngara elogia a diplomático español que salvó a judíos en Hungría

18/Mar/2011

Aurora

Hispanista húngara elogia a diplomático español que salvó a judíos en Hungría

17-3-2011 La hispanista húngara Erzsébet Dobos ha elogiado la heroica actuación de diplomáticos como el encargado de negocios español Ángel Sanz Briz en Budapest para salvar de una muerte segura a miles de judíos en Hungría durante la Segunda Guerra Mundial.
Dobos resaltó que no se debería olvidar a personajes como Sanz Briz, que “pocos conocen” y cuya labor humanitaria entre 1943 y 1944 recuerda esta hispanista en su libro, escrito en húngaro y titulado “Megmenekültek” (“Se salvaron”).
La hispanista recogió para su libro entrevistas con sobrevivientes, documentos de archivos y recuerdos sobre la acción dirigida a salvar la vida de judíos húngaros, realizada por el diplomático y el italiano nacionalizado español Jorge (Giorgio) Perlasca, que tomó el relevo a finales de 1944.
La actuación de la representación de España en esos años se diferenció mucho de la de otros países, ya que no sólo emitieron los salvoconductos diplomáticos para los judíos perseguidos, sino que les dieron hospedaje y alimentación, recalcó la investigadora.
Con ese fin, hasta el final de la Segunda Guerra Mundial se habían alquilado ocho edificios en el barrio “Újlipótváros” de Budapest, que “ofrecían así otra forma de seguridad”, señaló Dobos.
A Sanz Briz se le atribuye la salvación de 5.200 judíos, hecho que le valió el sobrenombre de “El Ángel de Budapest”, aunque según Dobos de esa cifra cerca de 2.000 fueron en realidad rescatados por Perlasca, quien utilizaba los sellos oficiales de su antecesor.
Después de la guerra, muchos de esos judíos que lograron salvarse emigraron a las más diferentes partes del mundo, como América Latina (Argentina y Uruguay) o Australia.
“La motivación fue ir lo más lejos posible del país”, dijo la investigadora a base de las entrevistas realizadas con testigos.
En una carta enviada a Perlasca después de abandonar Hungría y recogida en el libro, Sanz Briz le advertía de que hay que hacer todo lo posible, pero agregaba que “no espere Ud. nada de nadie, ni de su gobierno, ni que nadie reconozca sus méritos”.
Sanz Briz fue galardonado póstumamente en 1989 con la medalla de los “Justos entre las naciones” que concede el Gobierno de Israel y con un diploma de honor de Yad Vashem, la institución que guarda la memoria de seis millones de judíos exterminados en el Holocausto. EFE